domingo, 29 de mayo de 2016

Y que me den por culo...

Que la luz se asome, que de los buenos días a tu ventana
Mientras mi noche llega, y que me den por culo.
Que el alimento te sacie, que te sepa a orgasmos
Mientras yo vomito el aire
Que tus cigarros se consuman, calada tras calada
y te transporten a tu zona prohibida, aquel lugar que solo tu meditación conoce,
mientras mi cigarro se apaga una y otra vez, mientras el humo solo nubla mis ideas y bloquea mi entrada al paraíso.
Y que me den por culo.
Que la anfetamina te despierte y te transporte a ese lugar esquizofrenico que desea desde el mas niño al mas viejo
mientras a mi me destruye el alma y me ahoga el cerebro.
Que la hierbabuena te haga respirar, que calme tus latidos, que bloquee tus lágrimas y tu ansiedad
Mientras yo me ahogo y me hundo entre sábanas de polen, aceleren mis latidos hasta reventarme el corazón, y me sumerja hasta asfixiarme en el rió que yo sola he creado.
Y que me den por culo.
Que te llenen de elogios, abrazos, miradas y susurros.
Mientras me insulta el universo, me abre mis cicatrices y solo escucho un pitido en mis oídos.
Que tu tiempo sea infinito, Dioses, que tu seas infinito
Mientras espero mi último suspiro.
Y que me den por culo.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Superhéroe

¿Cómo se salva un barco que se va a pique?

Siempre pensó que si algo se hunde
lo hace
y punto.

Algunos pensarán
"Dios puede hacerlo"
Pero ella no cree en Dios.

Los niños pensarían:
"Los superhéroes pueden hacerlo"
Ella no creía en superheróes...

...Hasta que apareció en su vida.

La fuerza de un superhéroe puede con el barco más pesado,
aun estando en medio del océano,
siendo absorbido por un vórtice sin retorno.

Pero el suyo no deja de ser humano.
Tiene sus conflictos.
Sus miedos.

Él la salva de las catástrofes, aunque quizás él no lo sepa.

Pero el superpoder corresponde a su unión.
Sin esa unión
no hay nada
El vacío.




Uy.
Perdonad mi error.
El es más que un supehéroe.
Es un guerrero.
Y su fuerza para ella es más grande que la de mil bersekers juntos.

Ella, su valkiria...
...al menos...




...lo intenta.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Ojalá

Ojalá...

Fuese capaz de mostrarte el camino,
de que vieses a través de mis ojos,
que sintieses al compás de mis latidos,
entendieses que no se puede ser Dios,
comprendieses que puedes ser feliz.

Porque quiero arrancar a mordiscos las malas hiervas y sembrar nuevas semillas,
pero las estaciones no nos acompañan,
el frío no deja brotar la mayoría de las raíces.
Pero sembraré la mas fuerte y resistente,
al frió, al fuego, a las tormentas.
¿No existe? La crearé para ti.

Porque podría desear traspasarte mi experiencia,
para que sintieses los daños ajenos de 24 años de existencia,
para que la gran puñalada ya no te doliese,
pues los propios ataques ajenos crean el diamante irrompible que hace que congele tu sangre,
y que no sangres más, tan solo sangrarás cuando realmente merezca la pena.
Pero no quiero acumularte más dolor.
En vez de eso, gastaría mi último aliento en usurpar todo ese dolor.
Lo cargaría yo dentro...

Porque si tus latidos se anulan tienes los míos.
Porque si con mi sangre extingo tus lágrimas, me corto las venas.
Y si con mi piel curo tus heridas, me arranco la piel a tiras.

Ojalá...

Ojalá pudiese abrir sus cráneos e insertarles un poco de realidad,
de comprensión,
de sentimientos,
culpabilidad
y recuerdos.
Porque aquí los ajenos no son victimas, son culpables.
Porque si en algo hemos pecado, ha sido en amar.
Y no creo en los pecados. Así que se anula el pecador.

Ojalá pudieses ser Dios. Pero el ni siquiera existe.
Lo que existe es la naturaleza, allí donde podemos descansar.
Pero la verdad, prefiero escapar de los escombros,
ya que solo se me clavan en la piel para hacerme daño
y me dan alergia.
A ti también.
Pues vayan donde vayan, los escombros siempre soltarán polvo.
Hasta que se den cuenta que eran un edificio que se ha explosionado a sí mismo.

Ojala los ajenos supiesen ver la realidad.
El daño.


Ojala no me afectase...
Ojalá no te importase...

¿Cómo se recupera una valkiria de sus heridas, para poder seguir permaneciendo fuerte a su guerrero?
Ojalá alguien me de la respuesta.



Ojalá no tenga la necesidad de escribir un " Continuará..."
Y ojalá ese "Continuará" sea un final feliz.



...



Y hoy no ha escrito la fiel autora.
Quién mejor para plasmar, que la propia protagonista de esta historia.



lunes, 2 de septiembre de 2013

Sencillez...

Ella insistía en llevarlo todo al extremo, a exagerar.
Pero es la sencillez y la perfección de la ausencia de un acto lo que le hace sentir como...

Como...

Una rata de biblioteca ante un libro sin letras
Un vagabundo sediento sorbiendo de un vaso de agua vacío
Cultivos secos
Un día lluvioso sin ventanas empapadas
Orquestas sin instrumentos
Un pájaro sin alas
Una vida sin respirar..

No es el acto, es el reflejo que no existe una noche a su lado.
Es el reflejo de abrir los ojos y verle.
Su propio reflejo, aunque perfeccionado.
Es él.

No son las horas que duerme sola
Si no las que respira sin una piel en la que tropiece su aliento.
Las buenas noches perdidas.
El rato sin perfección.

Quizás es algo simple
Algo tonto
Una exageración

Pero es su simpleza, su tontería y su exageración lo que le hace sentir que lo que parece simple, tonto y exagerado, es lo que le da motivos para despertar.



....





La sencillez de dormir a su lado.




...


jueves, 27 de junio de 2013

Miedo.

Ella tenía miedo de si misma. 
Dar un mal paso, una palabra maleducada, un gesto fuera de lugar.
De perder. 

Su vida es un juego de rol.
Tira los dados y teme el uno, el dos o el tres.
Siempre quiere un cuatro, el cinco o el seis. 
Pero se juega las balas y los corazones. 
Y no le importa la munición siempre y cuando llegue para apartar los zombies de su camino.
No del de ella, si no de los zombies que le atormentan a el. 

El miedo desaparece cuando están en la misma casilla. 
Y acrecienta cuando no puede hacer nada por regalarle una vida. 

Se la juega si le queda un solo corazón.
Pero no quiere jugar en su contra, quiere hacer una alianza. 
Una alianza infinita. 

Es un juego de dos. 
Y su mayor miedo es perder. 



Pero puede perder todos los juegos del mundo. 
Puede vivir bajo un puente. 
Puede ser una humana, un zombie o una elfa. 

Pero no puede perderle a el. 
Y no sabe si es un juego o no. No conoce si realmente algo superior maneja sus hilos. 
Pero si algún Dios enreda sus hilos, 
que los enrede junto a los de el. 
Da igual. 
No los deshará. 
Porque que mejor que vivir enredada donde quiere estar:
En un patio, en un sofá, en una cama, en la cocina
Y en el futuro hogar en el norte. 
Donde el frió no importa, donde el frío no quema si esta él. 



"Perdóname si fallo.
Perdona mis miedos.
Perdona que sea una desvariada y enferma mental
Perdónamelo todo" 




martes, 21 de mayo de 2013

Una lista infinita.

Él la malcrió.
Y ella hizo una lista de ello. 
Una lista de las cosas las cuales necesita cada día. 
Por su culpa. 
La convirtió en una niña malcriada y caprichosa con necesidad absoluta de sentimientos y sensaciones diarias. 

He aquí su lista:

" -Despertarme y darle los buenos días.
-Transcurrir los primeros minutos del día sabiendo lo que vendrá después. Sin realmente esperar cuan especial y distintos pueden llegar a ser los momentos. 
-Esperar algo que no me espero.
-Una teletransportación. 
-Un abrazo (o cientos)
-Un beso (o miles)
-Una conversación (o millones)
-Un susurro (o infinitos)
-Una bebida con logotipo amarillo. 
-Un cigarro.
Quizás otro. 
Y después otro. 
Quizás lo comparta. 
No me importa ensuciar mis pulmones mientras llene mi alma. 
-Un paseo.
-Una caricia. 
-Más besos.
-Rutina. 
-Novedades. 
-Sueños.
-Derrames cerebrales.
-Vikingos y valkirias. 
-Compañía. 
-Vellos de punta. 
-Sexo.
-Él.
- ... " 


Y podría pasarse días escribiendo una lista infinita. 
De momentos infinitos. 
De sueños incontables. 
De caprichos que solo él puede darle. Caprichos como un te quiero. Nada material. 


Y hoy ella nota su ausencia. 

Es raro. 

Pero no importa. 

Cree en el infinito...





...no hay duda de ello. 

jueves, 28 de marzo de 2013

Line of...

Estaba jugando al escondite consigo misma. 
Cantaba murmullos en público.
Gritaba en silencio incluso cuando solo él podía escucharla.
Discutía su mentira con la verdad. 
Bebía sangre disecada. 
Sentía a la luna pero no la observaba. 
Rodaba cuesta arriba cuando se empeñaban en facilitarle una cuesta abajo.
Corría maratones cuando estaba totalmente cansada. 
Se sollozaba rumores a si misma.
Comía comida dulce y solo saboraba amargo. 
Se tumbaba a la noche desnuda de un pleno invierno para sentir calor; 
el sol la hacía helarse de frío. 
Regalaba su colección de caprichos. 
Incineraba los minutos de su impaciencía. 
Vomitaba sus sentimientos a un cubo vacío para que no le revolviesen el estómago. 
Pegaba carteles en las calles que no decían nada, cuando realmente lo decían todo. 
Dibujaba garabatos para no plasmar sueños. 
Lloraba sonrisas para descansar.
Y bebía de llantos para activarse. 


Pero en el fondo ella sabía qué...

Jugaba al escondite para encontrarse con él.
Cantaba para que su silenciosa voz fuese escuchada. 
Mentía a la verdad pero ella no sabía mentir. La verdad ganaba una vez más.
Bebía vodka seco. 
Observaba a la luna teletransportandose a otro lugar, por eso no la veía. 
Rodaba en una superficie plana chocando contra paredes, aun cuando le abrían puertas. 
Corría cansada porque sabía que con ello conseguiría, al menos, una sola caricia. 
No sollozaba rumores, le gritaba a su propia mente intentando darle órdenes inválidas. 
Saboreaba lo dulce temiendo lo amargo. 
Quería sentir frío para buscar el calor de un cuerpo, solo de uno...
Y se acurrucaba en el sol para que ese cuerpo le soplase en la nuca. 
No estaba regalando caprichos, simplemente, esto no lo era. 
Su impaciencia no fue quemada, simplemente existía algo más importante. 
No llegó a vomitar nunca, se quedaba en arcadas. 
Los carteles estaban escritos en letras que solo ella podía descifrar; ¿cómo la iban a comprender así? 
No dibujaba nada porque todos sus retratos tenían el mismo rostro. 
Cerró sus llantos bajo llave para que alguien pudiese sonreir. 
Y no bebía llantos, sino aquellas sonrisas...



No pretendo que nadie entienda lo que aquí hoy digo sobre ella.
O si...







Fríaldad
Entrecortada
Ansiosamente
Romantizada